Que lo disfruten.
2011 Odisea Social
El Edificio de la Obra Social ya existía cuando Gror había entrado a trabajar ahí.
Era el primer amanecer de la historia y una luz roja bañaba de a poco las paredes del Edificio. Gror se preparaba para recibir a los primeros seres que –desde que el mundo se había formado hacía dos días– venían a cobrar sus cheques. Ya habían venido el día anterior. Pero los cheques aún no se habían inventado…
El Edificio de la Obra Social ya existía cuando Gror DCCC Uck había entrado a trabajar ahí.
Gror-Uck (generación 800 desde Gror I) grababa en hojas con una ramita de punta afilada lo que se le tenía que pagar a cada prestador. Pero éstas se quebraban fácilmente. Gror-Uck esperaba que llegaran desde “Compras” esas hojas nuevas, de gomero, más elásticas y resistentes. Él era un homo habilis, le faltaba aún para ser un homo erectus (aunque tenía compañeros de trabajo que eran erectus todo el tiempo). Sólo era cuestión de evolucionar y, con un poco de suerte, se jubilaría con la categoría de homo sapiens. Ah, las hojas de gomero ya habían llegado…
El Edificio de la Obra Social ya existía cuando Drusila Garra de Oso había entrado a trabajar ahí.
En el Departamento de Aphiliaxions, Drusila Garra de Oso esperaba salir a comprar ese nuevo modelo de espada. En eso llegó un afiliado:
–Buenos días –dijo Necronomakós, uno de los Cinco Brujos de la Muerte.
Drusila saludó. El brujo preguntó:
–Disculpe, mi señora perdió su carnet, ¿cuánto me sale forjar otro?
–Son cinco cabras, señor –contestó Drusila.
–Caramba, sólo traje cuatro…
El Edificio de la Obra Social ya existía cuando Camila (lejana descendiente de Drusila) había entrado a trabajar ahí.
Camila anotaba el pedido médico de un compañero de trabajo. Era el año 2011 y la Obra Social festejaba su 44º aniversario. Pero esa fecha siempre le había parecido perteneciente a una cronología mayor, fantásticamente mayor…
El Edificio de la Obra Social ya existía cuando Alma había entrado a trabajar ahí.
Era de noche en el Edificio. Y hacía días que era de noche porque el día “plutónico” era de 153 horas. Por otro lado la órbita de Plutón en torno al sol era como la Av. Gral. Paz del Sistema Solar y ahí habían instalado el Edificio de la Obra Social, para conectarse con los afiliados de los demás planetas y no hacerlos venir hasta la Tierra. La Obra Social ya recibía seres de otros mundos. Incluso recientemente un ser de cinco sexos se había afiliado como cónyuge de hecho a sí mismo.
Ahora Alma se ocupaba del Subsidio por Guardería de un crononauta; una criatura que viajaba por el tiempo de forma natural y que vendía hojas de gomero (!).
–Buenas, traigo las facturas de una guardería que aún no se fundó y a la que voy a ir dentro de veinte años cuando yo nazca, para que las cobre mi viejo hoy…
Y bueno, eso era una Obra Social: multiplicidad de seres con multiplicidad de historias distintas…
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